AMO LA MARIHUANA AFTER HOURS

Una vez cumplido mi objetivo inicial de alejarme del ácido aquél que envenena mi cuerpo (ah cuanto). Y que siento que sólo ahora mi exigua voluntad se ha fortalecido, pienso que es momento de realizar un resumen sintético de los efectos que han tenido en mí los últimos y pen-últimos acontecimientos.

Primero que todo, he notado que mi vida está llena de inconsistencias y contradicciones, lo bueno es que desde que leo "La Visión dionisíaca de la vida" (F.N), he comprendido el origen de muchos de los impulsos que motivan este tipo de incongruencias.

Para ser más específica:
Ser desleal con quien admiras es una inmoralidad, y el resultado inevitable. Nada bueno puede surgir de una mentira. Quizás sí. (Me carga haber estudiado en un colegio católico, porque inevitablemente se terminan instalando patrones de culpabilidad y punición que son prácticamente imposibles de erradicar de la mente.)

¿Qué es lo correcto? Para mí hacer lo que siento.
En ese momento sentí que tenía que mentir e inventé la falsedad más grande de la vida. Dos días después me titulé. Casi a modo de premio, como diciendo: Para ser profesional hay que ser inmoral.

Las consecuencias fueron inevitables y una vez inmersa en el caos que yo misma produje quise sacarle el poto a la jeringa, y como siempre retirarme cuando sentía que me estaban apretando mucho. Pero como he fortalecido en algo mi voluntad (producto de mi alejamiento del alcohol), no lo hice y seguí asumiendo las consecuencias de mis propias contradicciones.

Creo que desde eso he aprendido a ser más cautelosa, incrementar mi capacidad de observación. Pero principalmente a reconciliarme con la dualidad inherente al ser humano. Aceptarla y reconciliarme con ella. Como Apolo y Dionisio (mis dioses favoritos) tan opuestos y tan complementarios.

Lamentablemente la vida de todos puede fácilmente convertirse en una Tragedia Griega, ya que en ellas están los arquetipos más profundamente enraizados en el comportamiento de los grupos humanos. Y que se repiten siglo a siglo, y parece que milenio a milenio, al menos hasta que consolidemos como especie (o en forma individual) una Visión de Unidad natural y multidimensional. Pero esa es harina de otro saco.

Good Bye Lenin!
Prendamos desde ya.