lunes, junio 25, 2007

Extraído de www.fotolog.com/stonerock

REVIEW MISA NEGRA III – Por Jaime “SIR LORD BALTIMORE” Gómez.

La fría noche del sábado 23 de junio los mismos precisos de siempre pudimos atestiguar y vivir en carne propia una potentísima velada de rock a todo trapo en el sucucho infernal de doña Clarita, en las profundidades de Recoleta.

Pese a que el cartel nos tenía citados a llegar a las 7 de la tarde, la misma lentitud en el ingreso de gente retardó las cosas, pero cuando uno entraba, tras pagarle la luca y media a Pedro, que junto a sus compañeros de Humberstone se turnaron la puerta durante la noche, la disposición de backline era imponente: los cabros se la jugaron y sólo montaron bestias en la estrecha sala que el Clarita’s suele disponer como escenario. Llegué a sentir algo de preocupación por mis tímpanos desnudos y lo reducido del espacio, pero el “Iron Fist” de Motörhead sangrando por los gigantescos parlantes me recordó que esto era “stoner rock” y lo único que había que hacer era ponerle wendy... una Escudo de una frialdad aceptable y un cañito de cogollos guardados desde abril me dejaron a tono y en onda. Justo ponen a Jimi Hendrix. Sólo podía decir “aaaaaaaaaaaahhhhhhh....” (o sería “AAAAAAHHHHRRRRRGGGGGG?”).

Faltaban 10 minutos para las 9 de la noche y el local ya estaba lleno, con un clima caliente y un ambientazo de humo, alcohol y conversaciones ruidosas. Era la hora que apareciera la primera banda, y fueron los reputados y casi míticos SAVANNAH los encargados de prender este incendio. A las 9 con 3 minutos empezaron su descarga de 35 minutos, con gran predominancia de cortes nuevos –impecable “Zombi”-, increíblemente poderosa luego de solucionar algunos problemillas de sonido: el bombo de la batería era un cañonazo devastador y pesado que incluso llegó a recordarme el sonido de Led Zeppelin. El bajo fue una explosión subterránea que hacía vibrar el líquido que corre por tu médula espinal, mientras la guitarra tejía ornamentaciones más finas sin dejar de aportar peso, poniendo la voz la guinda a este pastel sonoro. SAVANNAH es una banda con harto recorrido –recuerden el demo “Porn Rock Soundtrack” y el disco homónimo, de 2002 y 2004 respectivamente-, pese a la marcha del guitarrista Chino y sus esporádicas presentaciones en el presente, y lo demostraron con un fiato, un groove y una precisión propia de tipos que llevan buen tiempo tocando juntos y se conocen de memoria. Están con muchas más bolas ahora que volvieron al trío. No obstante, y para mejorar, quedó la insuficiente precisión de Roberto con el doble pedal en algunos momentos.

Luego de SAVANNAH, la responsabilidad de echar más carbón corrió por cuenta de CAÑONERO. Este quinteto, formado en Maipú el 2005, ya ha dado que hablar con su excelente demo “Del Fuego”, y verlos acá fue comprobar de frente el enorme poder y convicción que tienen en vivo. Solidísimos y con gran dominio escénico, sólo podría criticarse cierta similitud estilística con SAVANNAH en eso de enfatizar la parte más rockera y vibrante, en desmedro de la cara densa, volátil y oscura del stoner. Una banda que va como espuma para arriba y además es muy profesional en su ejecución. Obtuvieron una excelente y prendida respuesta en el público. Muy poderosos cortes como ‘Camino al Alba’, ‘Ruth’, la propia ‘Cañonero’ y el single ‘De Caer’ fueron parte del registro que dejó el paso de los portadores del Cañón por la Misa Negra.

Tras cartón, y luego que CAÑONERO desmontara en la gloria sus instrumentos, era el turno de HUMBERSTONE. Soy sincero y les digo de entrada que ellos son mis favoritos, pese a que sus presentaciones suelen ser oscilantes y reflejan el estado de ánimo en el que se encuentran sus integrantes cuando tocan. HUMBERSTONE aportó el factor oscuro y maldito a esta jornada, a menudo entrando derechamente en la senda del doom (‘Muerte de Dios’, ‘Humberstone’), otras veces experimentando con la lisergia sónica (la atrapante jam de ‘Locura’), atreviéndose a ser más “taquillas” (’Motor’ y la nueva ‘El Camino’) y subiendo la velocidad de un modo trepidante (‘Malos Sueños’ y ‘Furia’). Fueron de los más variados del cartel, una banda que aportó matices y distintos intereses a la noche. Los riffs de Pepeph sonaron más pesados que nunca, mientras que el bajo de Botija estaba perfectamente ensamblado con la diabólica batería de Satán. Para mejorar, la errática precisión de Pelao con las notas cuando canta –pese a que tiene una gran voz y es un buen frontman- y ciertos solos de guitarra (’Saco de Plomo’) que privilegian en exceso el ruido por sobre la melodía. Pero fue una magnífica presentación, sin dudas.

Y para cerrar, el show de WINEXPERIENCE transformó el fogón en un incendio etílico de proporciones, los guitarrazos agitaban el mismo nervio que hace activarse tu excitación sexual. Todos comenzaron a moverse y a gritar con un frenesí mayor que en los actos anteriores, mientras la banda vomitaba clásicos de su disco “Descarga Desértica” (2005) tales como ‘La Paradoja Mortal’, ‘Mujer Asesina’, ‘A Experimentar’, o clásicos como ‘Incendio’ y ‘Evelín’, además de un corte nuevo en la excelente ‘Hasta Quemar El Sol’. La fiesta estaba desatada en todo su fulgor cuando llegó el momento más de culto en la noche: Puma invita al escenario a Satán, baterista de HUMBERSTONE, para improvisar lo que al final terminó siendo una versión sorpresa del corte ‘Vagabundo Espiritual’, que salió casi perfecta.

En resumidas cuentas y haciendo un balance, me parece que la tercera Misa Negra fue, en términos de sonido y fiesta, la mejor de las tres que van hasta el momento, pese al espectacular cartel que tuvo la primera –Hielo Negro, Supercabrón y desde Argentina Sick Porky- y la intensidad fúnebre del doom que tuvo la segunda, con bandas como Electrozombies, Sangría y Esquizoide. Las tocatas organizadas por Odrugnik Productions siguen su marcha a institucionalizarse dentro de la escena más under, y es de esperar que para la próxima sigan subiendo el nivel.

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